El líder ruso, Vladímir Putin, ha emitido una señal de alerta hacia Europa con respecto al posible empleo de armamento por parte de Ucrania. Putin ha destacado las graves repercusiones que tendría permitir que Ucrania utilice dicho armamento contra territorio ruso.
En una conferencia de prensa en Uzbekistán, Putin ha enfatizado la importancia de comprender las consecuencias antes de llevar a cabo acciones que puedan desencadenar graves problemas, haciendo mención a la paridad nuclear entre Estados Unidos y Rusia.
El presidente ruso ha cuestionando si se está buscando un conflicto a escala global y ha respondido a las declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien abogaba por permitir a Kiev atacar a Rusia con armamento occidental. Putin ha afirmado que este tipo de armamento no podría utilizarse sin la ayuda de satélites espías occidentales.
Asimismo, Putin ha señalado que la selección de objetivos requeriría la intervención de expertos altamente cualificados y ha mencionado la posibilidad de introducir objetivos de forma automática utilizando bases de datos satelitales.
El presidente ruso ha hecho hincapié en que las misiones de esta índole son planificadas por representantes de los países de la OTAN, y ha cuestionado la disposición de EE.UU. a llegar a acuerdos en cuanto a armamento estratégico.
Diversas figuras como Josep Borrell de la Unión Europea y el primer ministro belga, Alexander De Croo, han expresado diferentes posturas respecto al uso de armamento occidental por parte de Ucrania, buscando un equilibrio entre la necesidad de autodefensa y el riesgo de escalada en el conflicto.
En contraposición, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en obtener la autorización de sus aliados para emplear armamento occidental contra Rusia. Algunos países como el Reino Unido han dado el visto bueno a esta acción, mientras que otros como Estados Unidos, Alemania y Francia se lo han negado.