Se ha realizado una acción exterior por parte de Vladímir Putin que lo ha llevado a Corea del Norte y Vietnam, países con sistemas políticos similares. Esta acción es vista como un movimiento para contrarrestar la influencia de Estados Unidos a nivel global y fortalecer los lazos con naciones afines.
En sus afirmaciones, Putin mencionó: “Tanto Rusia como Corea del Norte están a favor de una política exterior independiente y rechazan el uso de la extorsión o la imposición”. Durante su periplo, se han revivido elementos históricos de la época soviética, con menciones a figuras como Stalin y reuniones con líderes de orientación comunista.
Este periplo ha sido particularmente delicado, dado que en marzo de 2023 se dictó una orden de aprehensión contra Putin por presuntos delitos de guerra en Ucrania. Sus breves estancias en Pionyang y Hanoi fueron cuidadosamente planificadas y duraron menos de 24 horas cada una.
Durante su estancia en Pionyang, Putin y los dirigentes norcoreanos han pactado una colaboración mutua en caso de agresión, similar a acuerdos previos de la historia. Esta medida ha generado inquietud en Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, quienes observan con desconfianza los movimientos geopolíticos en la zona.
El tratado estipula que en caso de un ataque armado contra una de las partes, la otra responderá en su defensa con todos los recursos dispuestos. Aunque está basado en normativas internacionales y locales, ha suscitado debates sobre la estabilidad en Asia y el papel de Rusia en la región.