El enriquecimiento cultural y gastronómico de Guayaquil se vio resaltado recientemente con la celebración y distinción de un símbolo culinario regional. El Ministerio de Cultura y Patrimonio presentó formalmente la designación al encebollado, durante una significativa conmemoración de la historia local.
El reconocimiento resaltó la relevancia histórica de este plato, que ha evolucionado a lo largo de los años para convertirse en una pieza emblemática de la cocina guayaquileña. Originado hace siglos, su receta ha trascendido fronteras, siendo reconocido internacionalmente como una de las sopas de pescado más destacadas.
Considerando su arraigada historia y distinción global, las autoridades culturales proclamaron al "encebollado" como parte del patrimonio intangible del país, respaldado por la legislación vigente.
Como parte de esta declaración, propietarios de locales conocidos por su exquisita versión del encebollado fueron honrados con certificados de mérito, en reconocimiento a su contribución a la preservación de esta tradición culinaria.
En el ámbito internacional, el encebollado ha logrado posicionarse como una de las sopas de pescado más apreciadas a nivel mundial, destacándose por su sabor y autenticidad. Este reconocimiento ha contribuido a su popularidad, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales en busca de esta delicia culinaria.
A lo largo del tiempo, la receta original ha sido adaptada para satisfacer diferentes paladares, incorporando ingredientes variados que han enriquecido su sabor y diversidad, manteniendo viva la tradición del encebollado guayaco.