Marcela Luchetti, figura clave en la vida política de Alberto Fernández, se ha mantenido en un segundo plano desde su separación. A pesar de haber trabajado en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) durante la presidencia de Fernández, ha optado por preservar su discreción, incluso en medio de las recientes controversias que han involucrado a su exmarido.
Durante su matrimonio de dos décadas, Luchetti fue una pieza fundamental en la crianza de su hijo, Estanislao, conocido como Dhyzy, evidenciando su compromiso y apoyo a lo largo de los años. A pesar de la separación, han mantenido una relación amigable, como se demostró en eventos públicos donde posaron juntos junto a la nueva primera dama, Fabiola Yáñez.
La reserva de Marcela Luchetti contrasta con la exposición mediática que rodea a Alberto Fernández y su actual pareja, Fabiola Yáñez, en medio de las graves acusaciones que han salido a la luz en las últimas semanas.
Su lealtad y discreción han sido un distintivo en su relación con Fernández, apoyándolo tanto en su vida personal como en su carrera política, a pesar de mantenerse al margen de las polémicas actuales que rodean al expresidente.
Alberto Fernández enfrenta acusaciones de violencia de género por parte de su expareja, Fabiola Yáñez, generando revuelo en la escena política argentina. A pesar de haberse autodenominado como un "presidente feminista" durante su gestión, las acusaciones han puesto en tela de juicio su imagen pública.
Ante las denuncias de Yáñez, Fernández ha negado vehementemente los hechos, refutando las acusaciones y emitiendo un comunicado para desmentir las afirmaciones de su expareja, en un episodio que ha sacudido la esfera política del país.