Una fecha que quedó grabada en la memoria de muchos por un acto terrorista que sacudió al mundo. Ese día fatídico, un grupo de individuos logró secuestrar aviones comerciales y llevar a cabo ataques contra distintos lugares emblemáticos, entre ellos las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, el Pentágono y un campo en Pensilvania.
La mañana del 11 de septiembre de 2001 comenzó como cualquier otra, hasta que la tragedia golpeó con la colisión de aviones contra las icónicas torres, desencadenando un catastrófico derrumbe que dejó luto y destrucción a su paso.
Este acto, meticulosamente planeado y ejecutado por Al Qaeda, bajo la dirección de Osama bin Laden, dejó una profunda herida en la historia contemporánea.
Los efectos de aquel fatídico día resonaron a nivel global, sacudiendo la economía y dando paso a cambios significativos en la política internacional. Estados Unidos respondió con medidas de seguridad sin precedentes y una reconfiguración de su estrategia en el escenario mundial.
Los atentados marcaron el inicio de una nueva era, con implicaciones que perduran hasta nuestros días en distintos ámbitos.
En el vigésimo tercer aniversario de aquel trágico evento, se rinde homenaje a las víctimas en una serie de ceremonias conmemorativas en Nueva York. El Monumento Nacional al 11-S se convierte en un espacio de recuerdo y reflexión, donde se honra la memoria de quienes perdieron la vida en aquel día fatídico. La tradición de encender dos columnas de luz como tributo se mantiene viva, recordando a las Torres Gemelas que una vez se alzaron en ese mismo sitio.