El arquitecto innovador, oriundo de un lugar pintoresco de Ecuador, dejó una huella imborrable en la arquitectura moderna de Quito con obras admiradas como el Templo Nacional La Dolorosa y el Edificio Ciespal.
El mundo de la arquitectura se vio impactado por la noticia de su fallecimiento, reflejando la importancia de su contribución.
Un profesional destacado del urbanismo y patrimonio moderno, su legado perdura en la memoria de quienes valoran el arte de construir. pic.twitter.com/e1nK5kRdCR
— Fundación de Patrimonio (@FundPatrimonio) 7 de agosto de 2024
Su formación en la Universidad Central del Ecuador nutrió su amor por la arquitectura moderna y el brutalismo. Con una estética basada en la exposición de la estructura y la autenticidad de los materiales, creó edificaciones que combinaban funcionalidad y belleza de manera excepcional.
Destacando monumentos emblemáticos como el Templo Nacional La Dolorosa y el Edificio Artigas, demostró su maestría en el uso creativo del concreto y la creación de ambientes introspectivos. Cada obra es un testimonio de su genialidad arquitectónica y su habilidad para unir forma y función de manera armoniosa.
Colaborando con otros talentosos arquitectos, como en el caso del Edificio Ciespal, logró fusionar excelencia técnica con expresividad artística en cada proyecto que emprendió.
Los reconocimientos y honores recibidos a lo largo de su carrera atestiguan su influencia perdurable en el mundo arquitectónico. Su legado sigue vivo en las estructuras que diseñó, sirviendo de inspiración continua para las generaciones venideras de arquitectos y diseñadores.