La reconocida empresa Eastman Kodak, fundada en el siglo XIX en Nueva York, marcó un antes y un después en el mundo de la fotografía gracias a su innovación y alcance global.
Desde sus comienzos, Kodak se destacó por popularizar la fotografía tanto para aficionados como para profesionales, ofreciendo equipos y materiales accesibles para todos los amantes de la imagen.
La resistencia al cambio tecnológico, visible desde los albores de la era digital, fue un factor determinante en el declive que enfrentó la empresa, dando paso a una nueva etapa de reinvención.
Esta historia, llena de momentos destacados y decisiones estratégicas cruciales, nos enseña la importancia de adaptarse a las nuevas tendencias para mantenerse vigente en un mercado siempre cambiante.
La firma Eastman Kodak, concebida por George Eastman y Henry Strong en Rochester, Nueva York en 1881, revolucionó la fotografía con sus innovaciones, como el icónico nombre 'Kodak', diseñado para trascender fronteras.
Kodak se convirtió en el proveedor predilecto de material fotográfico para el público en general, simplificando el proceso de revelado con su conocido lema.
Con una amplia gama de cámaras accesibles que democratizaron la fotografía, como los modelos No. 1, No. 2, Brownie y Hawk Eye, Kodak se posicionó como líder en el mercado.
Además, expandió su presencia a nivel mundial con instalaciones en diversos países y lanzamientos de productos vanguardistas, como la laureada película Kodachrome.
A lo largo de su trayectoria, Kodak continuó innovando con productos exitosos como la serie Brownie Star y la línea Instamatic, aunque también enfrentó obstáculos con iniciativas menos exitosas, como el Kodak-Disc-System.
Si bien fue pionera en la fotografía digital con lanzamientos como el CD copiable en 1992, la empresa perdió terreno frente a competidores como Polaroid, marcando un punto de inflexión significativo en su historia.
La evolución de Kodak, referente indiscutible en su sector, nos ilustra sobre las implicaciones de no adaptarse a los cambios tecnológicos, un factor determinante en su declive posterior.
Según fuentes especializadas, la crisis se gestó en 1975 con la presentación de la cámara digital por parte de Steve Sasson, una innovación que la compañía no supo capitalizar adecuadamente.
A pesar de contar con tecnología puntera, Kodak optó por mantener su enfoque en las películas tradicionales, anteponiendo los temores a la pérdida de ingresos por la digitalización.
La falta de adaptación y las decisiones estratégicas erróneas condujeron a Kodak a desaprovechar el potencial de la era digital, desencadenando su quiebra en 2012 tras más de un siglo en la cúspide del sector.
Tras superar la crisis financiera en 2013, Kodak renació como una entidad tecnológica enfocada en la creación de imágenes, presentando una amplia gama de soluciones innovadoras que conquistaron al mercado.
Modelos como la Kodak Mini Shot 3 Retro y la Kodak Printomatic se han posicionado como referentes entre los consumidores, evidenciando que la adaptabilidad y la creatividad son ingredientes esenciales para perdurar en un entorno empresarial en constante evolución.