Recientemente, se han registrado cambios significativos en el clima del país, principalmente debido al fenómeno climático El Niño.
Las autoridades competentes han emitido alertas ante esta situación, buscando prevenir posibles riesgos para la población.
Como parte de las medidas preventivas, se ha decidido modificar el nivel de alerta de naranja a amarillo, lo que representa una mejora en las condiciones climáticas y una reducción en los riesgos asociados.
Esta modificación se basa en la evaluación constante de las condiciones climáticas y en el compromiso con la seguridad de todos los ciudadanos.
Los estudios realizados han identificado una disminución en la intensidad del fenómeno El Niño en Ecuador, lo que permite una adaptación adecuada de las medidas de prevención.
Los análisis más recientes indican que El Niño se encuentra inactivo en territorio ecuatoriano, ofreciendo un panorama de estabilidad climática en el corto plazo.
Se pronostica un incremento en las precipitaciones para las próximas semanas en ciertas zonas específicas del país.
Las proyecciones elaboradas por entidades especializadas apuntan a condiciones climáticas neutrales en los meses venideros para la región en cuestión.