La administración actual tiene previsto iniciar la eliminación del subsidio a los combustibles en Ecuador durante este año. Esta decisión ha generado incertidumbre en la población.
A lo largo de cinco décadas, el país ha proporcionado subsidios al diésel, el gas doméstico, las gasolinas y otros derivados del petróleo, siendo una inversión significativa aunque su efectividad y orientación han sido motivo de debate.
El presupuesto para el año 2024 refleja una asignación de más de 3 000 millones de dólares a los subsidios de combustibles, mayormente destinados al diésel para el sector automotriz. Asimismo, se contempla la revisión de los subsidios a las gasolinas extra y ecopaís en este año, con un costo estatal de 631 millones de dólares.
Desde los años 70, Ecuador ha mantenido subsidios para la gasolina, el diésel y el gas doméstico, siendo el general Guillermo Rodríguez Lara quien los implementó en 1974, tras el incremento de las exportaciones de petróleo.
Tras el boom petrolero, el país se vio confrontado a problemas económicos derivados de la caída de los precios del petróleo, lo que generó una mayor demanda de combustibles y la necesidad de importar derivados, lo cual llevó a la construcción de la Refinería de Esmeraldas y a un aumento en la asignación de recursos para los subsidios.
La abrupta caída en los precios del petróleo en las décadas de los 70 y 80 ocasionó una crisis económica en Ecuador, con una deuda externa considerable y la necesidad de tomar medidas como la reducción de subsidios, devaluaciones y ajustes en los precios de los combustibles, lo que desencadenó inestabilidad política y tensiones sociales en el país.
A lo largo de los años, varios gobiernos ecuatorianos han intentado eliminar o reducir los subsidios a los combustibles, lo que ha generado protestas y desafíos políticos para los presidentes en funciones. Ejemplos de esto son los casos de Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad en los años 90.
En 2019, el expresidente Lenín Moreno eliminó temporalmente los subsidios al diésel y la gasolina, lo que provocó una crisis social y la reversión de la medida. Posteriormente, en 2020, se implementó un sistema de fijación de precios que tuvo un impacto limitado en el país.
En 2021, Guillermo Lasso revocó el sistema de bandas de precios debido a la presión social, y en 2022 se redujo el costo de los combustibles tras protestas. Sin embargo, estos intentos no lograron una solución definitiva.
En el gobierno actual de Daniel Noboa, se ha anunciado un aumento en los precios del diésel y las gasolinas debido a cambios en los impuestos. Se prevé la eliminación de los subsidios y su sustitución por compensaciones directas a los beneficiarios. Los detalles concretos de esta medida aún están por definirse, así como la reacción de la población ecuatoriana.