La inclusión de la población venezolana en Ecuador ha supuesto un desafío en términos económicos y sociales. A pesar de las diferencias con los refugiados colombianos, los venezolanos enfrentan una serie de desafíos y oportunidades en su proceso de integración.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), hasta el año 2022 había 231,686 venezolanos censados en el país. La regularización de su situación, como el programa VIRTE, ha permitido a 94,446 personas acceder al mercado laboral ecuatoriano.
El Registro Migratorio del Ministerio del Interior muestra que 191,584 venezolanos residen en Ecuador, de los cuales 134,920 tienen una visa activa. Este estatus legal es fundamental para su integración.
Quito ha sido el principal destino de los migrantes venezolanos, seguido por Guayaquil. Según la OIM, el 80% de los encuestados se siente integrado en la sociedad quitena.
A pesar de los avances, la discriminación sigue siendo un desafío para el 42% de los encuestados. La promoción de la inclusión y la lucha contra la discriminación son acciones necesarias.
El 73% de los migrantes venezolanos en Quito se dedica al comercio, seguido por actividades en belleza y transporte. A pesar de esto, el 62% tiene ingresos por debajo del salario mínimo.
Iniciativas como las Escuelas de Inclusión Económica de la OIM han sido clave para fortalecer sus habilidades laborales.
Un estudio realizado por la Cámara Venezolana Peruana de Empresarios y Ejecutivos y la Konrad-Adenauer-Stiftung destaca el impacto positivo de la migración venezolana en la economía ecuatoriana.
La diversidad cultural que aportan los migrantes venezolanos enriquece a Ecuador y puede impulsar su crecimiento económico. Es fundamental seguir fortaleciendo los programas de integración y el apoyo gubernamental para maximizar estos beneficios.