Una serie de incendios forestales ha causado devastación en la ciudad de Quito, siendo la mayoría de ellos originados por la intervención humana. Solo un pequeño porcentaje de los incendios tiene origen natural.
En la tarde del miércoles 4 de septiembre de 2024, se registraron múltiples incendios de gran magnitud en diferentes zonas de la ciudad.
El cuerpo de Bomberos de Quito ha trabajado incansablemente para controlar estas emergencias y extinguir los incendios. Actualmente, el incendio en Nayón ha sido contenido, sin embargo, los focos en Itulcachi y Chilibulo continúan activos.
La Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito ha anunciado un plan de reforestación para rehabilitar las zonas afectadas por los incendios, estimando un tiempo de 100 años para lograr la recuperación completa del ecosistema.
Se están implementando medidas para acelerar la regeneración del área, como la siembra de especies endémicas y el uso de drones para la dispersión de semillas.
Hasta el momento, se estima que alrededor de 50 hectáreas han sido afectadas por los incendios forestales, con daños principalmente en la flora y los hábitats de diversas especies.
La calidad del aire en Quito se ha visto comprometida durante los incendios forestales, sin embargo, se espera que mejore y vuelva a la normalidad para el día domingo 8 de septiembre, siempre y cuando no se produzcan nuevos focos de incendio.
La Secretaría de Ambiente ha revelado que el Municipio ha invertido alrededor de 500 000 dólares desde 2023 en procesos de restauración de las áreas dañadas y otros ecosistemas. A pesar de esto, las pérdidas son significativas, ya que la vegetación que desapareció cumplía un papel crucial en la purificación del aire de la ciudad.