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Adiós a la voz icónica de un personaje querido
La talentosa Noriko Ohara, reconocida por dar vida al personaje Nobita en una famosa serie de anime, fallece a los 88 años. Aquí recordamos su brillante trayectoria en el mundo del doblaje.
A los 88 años, la voz de Nobita en 'Doraemon', Noriko Ohara, ha fallecido dejando un legado imborrable en el mundo del anime. La noticia fue dada a conocer por la agencia japonesa 81 Produce el 23 de julio, semanas después de su deceso el 12 de julio de 2024.
Ohara, reconocida por su papel en 'Doraemon', había participado en otras series emblemáticas como 'Heidi' y 'Marco' en los años sesenta. Su contribución al doblaje de películas extranjeras también fue destacada, interpretando a personajes femeninos maduros y elegantes.
La actriz, quien estaba bajo tratamiento médico al momento de su muerte, fue despedida en un funeral privado por su familia. Su voz seguirá viva en la memoria de quienes disfrutaron de su talento a lo largo de los años.
Un legado artístico digno de reconocimiento
Desde sus inicios en los años sesenta, Noriko Ohara destacó en el mundo del doblaje de anime con su participación en series como 'Heidi' y 'Marco', antes de convertirse en la voz inolvidable de Nobita en 'Doraemon'. Su dedicación y talento le valieron múltiples premios y reconocimientos en la industria del entretenimiento japonés.
El impacto cultural de su personaje emblemático
Ohara brilló especialmente en su interpretación como Nobita en 'Doraemon', un personaje que cautivó a audiencias de todas las edades durante 26 años. La serie, basada en el manga de Fujiko F. Fujio, narra las aventuras del gato-robot Doraemon y su ayuda a Nobita Nobi en diversas situaciones.
'Doraemon', emitida entre 1979 y 2005 en Japón, conquistó el corazón de millones de espectadores a lo largo de sus 1,787 episodios.
Un legado artístico perdurable en la memoria
La partida de Noriko Ohara deja un hueco en la industria del doblaje y en los corazones de los seguidores del anime. Su voz única seguirá resonando en el recuerdo de aquellos que disfrutaron de su trabajo, dejando un legado imborrable en la cultura japonesa y en el mundo del entretenimiento.