El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, finalizó su visita diplomática a Corea del Norte con una serie de compromisos, entre ellos un encuentro cultural ofrecido por Kim Jong-un y un recorrido por un sitio religioso en Pionyang.
La estadía de Putin en la capital norcoreana duró menos de un día, marcando su primer viaje al país desde el año 2000. Posteriormente, el avión oficial ruso emprenderá rumbo hacia Vietnam, continuando con su agenda en Asia que concluirá próximamente.
En la capital norcoreana, ambos líderes rubricaron un acuerdo de colaboración estratégica que contempla apoyo recíproco en caso de amenazas a sus naciones.
Putin celebró el afianzamiento de la amistad y cooperación entre Rusia y Corea del Norte, enfatizando la relevancia de los vínculos bilaterales. Durante un evento en su honor, agradeció la postura equilibrada de Corea del Norte en contextos internacionales.
En palabras de Putin: "En la actualidad, estamos unidos contra prácticas dominantes y neocoloniales de Estados Unidos y sus aliados, frente a los intentos de imponer modelos y valores foráneos".
Antes de su partida, Putin visitó la Iglesia de la Trinidad Vivificante como muestra de su fe religiosa.