La Agencia Metropolitana de Control, en colaboración con la Secretaría de Seguridad y la Policía Nacional, ejecutaron un operativo en una zona específica.
Durante la inspección, los agentes descubrieron la venta de productos marítimos en un establecimiento no autorizado para tal fin en el extremo norte de la ciudad.
De acuerdo con las declaraciones de Pablo Osorio, responsable de la Agencia Metropolitana de Control, el local recibía cargamentos de mariscos semanalmente para su posterior comercialización.
Además, se emitió una sanción a otro individuo que comercializaba productos marinos cerca del lugar clausurado en una importante vía de la ciudad.
Ambos vendedores ofrecían los productos con una cantidad mínima de hielo, situación que presentaba riesgos de intoxicación alimentaria para los consumidores.
El propietario del establecimiento podría enfrentarse a una multa que oscila entre el uno y el cuatro sueldos mínimos correspondientes, es decir, desde 460 hasta 1,840 dólares, por las infracciones cometidas.
Además, aquellos que utilicen espacios públicos para actividades económicas sin las autorizaciones adecuadas deberán abonar una multa de 230 dólares.