El mercado laboral de Ecuador continúa en una situación precaria. En el último año, los empleos registrados en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) han experimentado un descenso del 0.14%. Esto implica que 4,632 personas han perdido sus empleos formales entre febrero de 2023 y febrero de 2024, según datos disponibles.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la cantidad de empleos en Ecuador registrados en el IESS ha disminuido de 3,231,404 a 3,226,772. Estos empleos pertenecen a personas que están formalmente empleadas en el país, es decir, que cuentan con todos los beneficios legales.
Esta cifra representa el 38.7% de la población económicamente activa (PEA). Es decir, que la tendencia de los últimos años se mantiene: solo tres de cada 10 personas que trabajan en el país tienen un empleo formal.
El número de trabajadores registrados en el IESS aún no ha alcanzado los niveles pre pandemia (2019), cuando superaban los 3.3 millones de empleados formales.
El pico más alto de trabajadores formales del último año se registró en noviembre de 2023, coincidiendo con la asunción del presidente Daniel Noboa. Desde entonces, los empleos formales han ido disminuyendo, con una pérdida de 48,903 empleos formales entre noviembre y febrero de este año.
La mayoría de los trabajadores formales se encuentran en el sector privado, abarcando el 65% de los registros, mientras que el sector público emplea al 18% de los afiliados al IESS.
La informalidad sigue siendo dominante en el mercado laboral, con más del 50% de los trabajadores en Ecuador trabajando en la informalidad. En marzo de 2024, según datos del INEC, el 64% de los trabajadores se encontraba en esta categoría.
Una de las estrategias planteadas por el gobierno y el sector empresarial para mejorar las cifras de empleo en Ecuador era la posibilidad de implementar el trabajo por horas, propuesta que surgió en la consulta popular y referendo del 21 de abril de 2024. Sin embargo, esta opción fue descartada, ya que la mayoría de los ecuatorianos rechazaron el trabajo formal por horas.