Un informe reciente de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) revela un hecho sin precedentes: tiburones con restos de cocaína en su organismo. El Laboratorio de Evaluación y Promoción de Salud Ambiental de la Fiocruz ha sido partícipe de este descubrimiento asombroso.
Este estudio, publicado en la destacada revista Ciencia y Medio Ambiente, confirma la presencia de cocaína en varios tiburones de la especie Rhizoprionodon lalandii, popularmente conocidos como cazones en Brasil.
Los análisis realizados evidencian la detección de la sustancia en los músculos y el hígado de los tiburones, encontrando también benzoilecgonina en la mayoría de los especímenes analizados.
Según señalan Enrico Mendes, farmacéutico y autor principal del estudio, y Rachel Ann Hauser-Davis, bióloga y coautora del informe, este hallazgo supone un punto de inflexión en la investigación.
Los expertos sugieren que los tiburones podrían haberse visto afectados por la exposición a la cocaína vertida al mar a través del sistema de alcantarillado de Río de Janeiro, Brasil.
Además, se ha detectado una mayor concentración de cocaína en los músculos en comparación con el hígado de los tiburones, lo que podría indicar una presencia significativa de esta sustancia en el entorno marino de la mencionada ciudad brasileña.
Las muestras fueron recolectadas en el vecindario de Recreio dos Bandeirantes, en la zona oeste de Río de Janeiro, como parte de un proyecto de monitoreo de la vida marina y sus transformaciones, tanto naturales como antropogénicas.