Una investigación realizada por expertos alemanes y publicada en Thorax del British Medical Journal alerta sobre los posibles efectos adversos en la salud del corazón de los pasajeros que combinan la ingesta de alcohol con las condiciones de presión de la cabina durante un vuelo, lo que puede reducir los niveles de oxígeno en la sangre y aumentar la frecuencia cardíaca, incluso en individuos jóvenes y saludables.
Según los especialistas, los efectos fueron más notables en pasajeros de mayor edad o con afecciones preexistentes.
La investigación se llevó a cabo en un entorno de laboratorio con simulación de altitud para reproducir la presión de la cabina de un avión, así como en un laboratorio de sueño.
Se dividieron dos grupos de participantes de entre 18 y 40 años, donde uno durmió en condiciones normales de presión atmosférica y el otro en una cámara de altitud simulada.
Los resultados demostraron que la combinación de alcohol y la presión simulada de la cabina afectó negativamente los niveles de oxígeno en la sangre y la frecuencia cardíaca durante el descanso.
La exposición al alcohol y a la presión de cabina simulada disminuyó la calidad del sueño profundo, además de generar otras repercusiones negativas en la salud cardiovascular de los participantes.