La denominación de "compañero animal" ha cobrado importancia en Ecuador, dejando atrás el término "mascota". Esta designación abarca a criaturas como perros y gatos que son atendidos y acompañados por sus dueños. Es esencial tener claro las disposiciones legales y sanciones relacionadas con el bienestar de estos seres en el territorio ecuatoriano.
De acuerdo a esta normativa, un animal de compañía es aquel que se conserva para brindar compañía a sus dueños y está prohibido usarlos con fines lucrativos. El objetivo es asegurar que estos compañeros reciban el cuidado necesario para cubrir sus necesidades emocionales, físicas y sociales.
La normativa describe a estos animales como aquellos bajo la supervisión y cuidado directo de los seres humanos, excluyendo a las especies silvestres. Es primordial brindarles un entorno adecuado y garantizar su bienestar tanto físico como emocional.
Es vital cumplir con los tratamientos veterinarios necesarios para prevenir cualquier tipo de daño o sufrimiento innecesario en estos compañeros. El contacto con otros animales también es un aspecto clave resaltado en la regulación para fomentar una convivencia armoniosa.
El incumplimiento de estas normas puede derivar en sanciones de diversa gravedad, por tanto es esencial que los tutores de los animales de compañía estén al tanto de dichos lineamientos legales.
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