Las familias mexicanas receptoras de remesas están recibiendo un 15 % menos en términos reales debido a la inflación y a la fortaleza del peso mexicano frente al dólar. A pesar del récord de envíos durante el primer trimestre del año, la apreciación de la moneda local ha impactado negativamente en el poder adquisitivo de los hogares receptores.
México, siendo el segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial según el Banco Mundial, ha registrado un aumento interanual del 1 % en los envíos durante el primer trimestre de 2024, alcanzando los USD 14,105 millones.
No obstante, la situación cambió en marzo, con una inflación del 4,42 % en México y un valor del dólar promedio de 16,84 pesos, un 8,33 % más bajo que en el mismo mes del año anterior. Esto provocó una contracción del 15,2 % en los ingresos por remesas en términos reales para los hogares receptores, según el 'Análisis de Migración y Remesas' del BBVA.
El informe también señaló que en marzo de 2024, las remesas enviadas a México disminuyeron un 3,3 % interanual, llegando a USD 5,021 millones, lo que pone fin a una racha de 46 meses consecutivos de incrementos que comenzó en mayo de 2020 y terminó en febrero de 2024.
La caída ha golpeado especialmente a la frontera de México con Estados Unidos, como en Ciudad Juárez, donde los envíos en el primer trimestre sumaron USD 89 millones, un 22 % menos que en el mismo periodo del año anterior.
Considerando el valor en pesos mexicanos, la disminución es del 29 %. La inflación en la ciudad, que ocupó el séptimo lugar en marzo en México según el Inegi, está afectando significativamente el poder adquisitivo de las familias receptoras, especialmente las más vulnerables.
Los empresarios locales han expresado su preocupación, ya que la economía en la frontera depende en gran medida de las remesas de los connacionales. La situación actual ha obligado a las familias a buscar alternativas para poder cubrir sus gastos básicos, lo que impacta en la economía local.