El Día Internacional de las Personas Desaparecidas se celebra cada año el 30 de agosto. Esta fecha tiene como objetivo recordar a quienes han sido víctimas de desapariciones forzadas y concienciar al mundo sobre este grave problema que afecta a la sociedad.
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció esta conmemoración el 21 de diciembre de 2010, en respuesta al creciente número de casos de desapariciones forzadas a nivel global.
Las desapariciones involuntarias son perpetradas por personas en representación del Estado e implican la detención o secuestro de un individuo, seguido de la negación de su privación de libertad. Esta práctica constituye una violación de los derechos humanos fundamentales.
Amnistía Internacional ha documentado numerosos casos de desapariciones forzadas en distintos países, evidenciando la grave vulneración de los derechos a la vida y la dignidad que ello implica.
Las familias de las personas desaparecidas experimentan un profundo sufrimiento psicológico al no conocer el paradero de sus seres queridos. Esta incertidumbre puede resultar en consecuencias físicas y mentales, afectando su bienestar emocional y calidad de vida.
En Ecuador, organizaciones como la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) brindan apoyo a las familias que atraviesan esta difícil situación.
Según datos oficiales, durante el primer semestre de este año se reportaron más de 4 000 casos de desapariciones en el país, de los cuales gran parte fueron resueltos, pero aún persisten más de 500 personas desaparecidas.