En Ecuador, un total de 16 aspirantes se están preparando para competir en los comicios presidenciales del 9 de febrero de 2025. Sin embargo, las candidaturas podrían enfrentar impugnaciones que alterarían la lista final de participantes.
La confirmación de los binomios está programada para el 30 de diciembre de 2024, marcando así el inicio oficial de la campaña electoral el 5 de enero de 2025.
Uno de los principales temas de preocupación se centra en la falta de vigilancia efectiva en torno a las campañas electorales que se desarrollan en las redes sociales. El Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha implementado medidas de control sobre el contenido promocional en dichas plataformas, limitándose únicamente al monitoreo del gasto en publicidad, tal como lo determinó una sentencia del Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
La sentencia del TCE establece que la supervisión de la publicidad en redes sociales se dirige exclusivamente a los candidatos que aspiran al Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs), excluyendo de esta regulación a los candidatos presidenciales y legislativos. Estas disposiciones no tendrán influencia en las elecciones de 2025, según indicó Enrique Pita, vicepresidente del CNE.
Se prevé la introducción de una nueva normativa para los vocales del Cpccs en las elecciones de 2027, basada en decisiones judiciales previas contra figuras políticas. A pesar de ello, el CNE seguirá supervisando los gastos publicitarios, sin interferir en el contenido de las campañas.
Dentro del contexto electoral, varios precandidatos han invertido en estrategias de publicidad digital. Destacan las Presidenciales de Ecuador, la Secretaría General de Comunicación, Juan Terán Salcedo y José Serrano Salgado, quienes destinaron distintas cantidades para anuncios en línea.
Además, organismos como Unicef Ecuador y la Alcaldía de Rumiñahui han dirigido recursos hacia campañas publicitarias en plataformas digitales, demostrando la creciente relevancia de la comunicación digital en las elecciones de 2025.
Los candidatos a la presidencia han fortalecido su presencia en redes sociales, apostando por canales como X, Facebook, Instagram y TikTok para conectarse con diversos sectores de la población. Cada red social es utilizada estratégicamente para difundir mensajes e interactuar con los votantes, compartiendo instantes personales, fomentando la participación directa y creando tendencias.
Las plataformas digitales permiten una comunicación recíproca entre los candidatos y los ciudadanos, promoviendo la interacción a través de transmisiones en directo, encuestas y publicidad enfocada. A pesar de los señalamientos por posibles noticias falsas, los candidatos ajustan sus estrategias para fomentar la transparencia en sus comunicaciones y mantener una comunicación continua con la audiencia.