En una reciente situación en Guayaquil, fue perpetrado un secuestro familiar durante una simulación de intervención policial, en la que se vieron involucrados tres agentes del orden. Afortunadamente, las autoridades lograron rescatar a los afectados el viernes 23 de agosto.
Es esencial que la población pueda identificar la diferencia entre una intervención policial legítima y una de dudosa procedencia.
Especialistas como Wilson Goyes resaltan que una acción policial verdadera debe cumplir varios requisitos, incluyendo la posesión de una orden de servicio, la presencia de un grupo de agentes acompañados de personal de la Fiscalía, la utilización de vehículos oficiales, la colocación de señales para controlar el tráfico y el uso de uniformes reglamentarios por parte del personal involucrado.
Por otro lado, Pablo Játiva, profesor de derecho en la UIDE, menciona que, a pesar de la complejidad que puede conllevar diferenciar entre un operativo auténtico y uno fraudulento, es viable verificar su legitimidad a través del listado de intervenciones brindado por la Policía Nacional.
Játiva también advierte sobre el uso cada vez más frecuente de uniformes policiales falsificados por parte de organizaciones criminales para llevar a cabo sus actividades ilícitas, por lo tanto, es fundamental prestar atención a detalles como los vehículos empleados, las placas de matrícula y la cantidad de personas presentes en la acción policial.
En el Parque Industrial California, en el distrito Pascuales de Guayaquil, una familia fue privada de su libertad mientras se desplazaba en su automóvil. Los presuntos secuestradores, a bordo de motocicletas similares a las utilizadas por la policía, los abordaron indicando que se trataba de un procedimiento policial y solicitando que los acompañaran a la comisaría.
Posteriormente, el padre fue liberado, mientras que la madre y la hija fueron trasladadas a otro sitio. La familia fue objeto de mensajes extorsivos requiriendo un rescate de un millón de dólares para su liberación.
De las siete personas arrestadas durante esta acción, tres resultaron ser agentes de policía en funciones. Andrés M., subteniente de 24 años; Gabriel M., cabo segundo de 36 años; y Christian O., cabo segundo de 31 años, con antecedentes por evasión de detenidos, fueron los implicados.