En ese sentido, se ha tomado una decisión trascendental con relación a este oficial, quien se convierte en uno de los individuos que enfrentan las consecuencias de sus acciones al admitir su implicación en actividades ilícitas.
El individuo en cuestión ha sido sentenciado a cumplir un periodo de tiempo tras las rejas, así como a pagar una multa económica y realizar una compensación monetaria al Estado por los fondos ilícitos recibidos.
Este oficial de seguridad ha sido identificado como parte fundamental de la estructura criminal, recibiendo beneficios económicos a cambio de ejecutar tareas específicas dentro de la organización.
Como parte de la resolución emitida, se ha ordenado la difusión de la misma en un medio de comunicación importante durante varios días, con un componente de disculpa pública incluido.
Información proporcionada por la fiscalía revela la variedad de funciones desempeñadas por este oficial, desde filtrar datos confidenciales hasta brindar seguridad a las instalaciones de la persona central en este caso, así como intentar reclutar a nuevos colaboradores dentro de la red criminal.
Además, se ha revelado que este oficial recibía pagos de otros integrantes del grupo delictivo, utilizando una parte de estos recursos en actividades que no estaban relacionadas con las funciones de su cargo.
Actualmente, un número considerable de individuos continúan en proceso judicial por su conexión con esta red criminal, a la espera de su juicio, incluyendo a figuras públicas y empresarios reconocidos en la región, así como individuos que aún permanecen prófugos de la justicia.