En una declaración reciente, se destacó el compromiso del líder salvadoreño de fortalecer la economía, priorizando aspectos fundamentales tras abordar previamente la temática de la seguridad. El presidente afirmó que tras superar desafíos en materia de violencia, ahora el enfoque estará en potenciar la estabilidad económica.
En el pasado, se han cuestionado los resultados económicos obtenidos durante el primer periodo de gobierno, situación que ha posicionado al país por debajo de otras naciones de la región. La economía salvadoreña ha estado altamente influenciada por las remesas familiares, las cuales representan una cifra superior a los 8 mil millones de dólares anuales.
Análisis realizados han evidenciado un deterioro en las condiciones de vida de los ciudadanos en años recientes, con un incremento en la pobreza extrema y una elevada deuda pública. Aunque se registró un crecimiento del 3,5% en 2023, sectores clave como la agricultura y la industria han experimentado retrocesos significativos.
El presidente hizo énfasis en la labor realizada en términos de seguridad, mientras también criticó a la oposición y reafirmó su compromiso de impulsar mejoras económicas en la región durante su mandato. Es importante resaltar que su reelección generó debate al ser la primera en décadas, desafiando las normas de la Constitución salvadoreña desde la época del dictador Maximiliano Hernández Martínez en los años 30.