Recientemente, se ha tomado una decisión histórica al reconocer los derechos del río Machángara, lo cual impulsa la necesidad de un plan integral para su revitalización liderado por las autoridades locales. La bióloga Blanca Ríos, quien también es docente universitaria, ofrece un análisis perspicaz sobre la situación actual del río y la importancia de su rejuvenecimiento tanto para la población como para la diversidad natural.
Desde la perspectiva de la especialista, uno de los desafíos más alarmantes es la elevada presencia de contaminantes fecales, evidenciando un grave problema de saneamiento. Se destaca que el 98% de las aguas residuales de la urbe no reciben tratamiento, desembocando directamente en el río. Adicionalmente, el impacto de las precipitaciones pluviales ha ocasionado alteraciones significativas en la configuración del curso del río y sus alrededores.
Ríos revela que la participación comprometida de los habitantes en iniciativas de recuperación de ríos urbanos ha sido determinante en numerosas experiencias internacionales exitosas. El arraigo de la población local al proyecto fomenta la sostenibilidad y la preservación a largo plazo de los ecosistemas restaurados.