El líder del país, Benjamín Netanyahu, ha decidido eliminar el Gabinete de Guerra, que se había establecido recientemente para las determinaciones vinculadas con las operaciones militares en otra ubicación. Este movimiento sigue a la renuncia de un exministro, según indicaron fuentes locales.
La disolución de dicho gabinete ocurre después de un período tenso que resultó en las dimisiones de dos ex altos cargos. Estas posiciones ahora son demandadas por una corriente política de extrema posición.
Las determinaciones clave en situaciones de conflicto serán tomadas en un foro de menor tamaño, en el que participarán el ministro de Defensa y otras figuras relevantes del gobierno de la nación.
Con esta acción, Netanyahu evita la involucración de una facción radical en las decisiones de seguridad, efectuando un cambio en el mecanismo de resolución durante enfrentamientos.
Este Nuevo planteamiento surge en medio del aumento de la tensión con otro grupo y las diferencias previas en el gabinete previo, que no podía alcanzar acuerdos efectivos en las elecciones estratégicas.
De esta manera, el líder logra restringir la participación de una facción radical en las decisiones sobre seguridad, manteniéndolos únicamente en el gobierno general y en un consejo de seguridad más amplio.
El líder de la oposición se negó a unirse al Gabinete de Guerra a pesar del llamado a la unidad nacional realizado por Netanyahu en el mes anterior.
La gestión de la crisis y la carencia de una estrategia para después de los conflictos fueron algunas de las razones que llevaron a la desaparición del Gabinete de Guerra, tras las dimisiones de dos ex altos cargos. Este escenario da lugar a un nuevo esquema para la toma de determinaciones en el lugar en medio de la presión en la región.