Recientemente, se ha informado sobre la aparición de nubes noctilucentes en el cielo escocés, siendo un espectáculo visual único que ocurre en la alta atmósfera terrestre durante los meses más cálidos del año.
Las nubes noctilucentes suelen observarse principalmente en zonas cercanas a los polos, aunque en el hemisferio sur se presentan en lugares como el sur de Argentina, Chile y Nueva Zelanda, según estudios realizados.
Estas nubes, similares a cirros, están compuestas por cristales de hielo que reflejan tonos azules o plateados en contraste con el cielo nocturno. Ubicadas en la mesosfera, suelen ser visibles incluso después del anochecer durante la temporada estival.
Las nubes noctilucentes se componen de diminutos cristales de hielo que se unen alrededor de partículas de polvo, posiblemente de micrometeoritos cósmicos. Su formación está relacionada con las bajas temperaturas de la mesosfera, llegando a valores inferiores a -120 °C en verano.