Una manifestación convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) reunió a cientos de personas en Quito en rechazo a la eliminación de los subsidios a los combustibles implementada por el presidente Daniel Noboa.
La marcha se inició a las 16:45 desde la calle 10 de Agosto hacia la calle Guayaquil, exigiendo la reducción del IVA y la permanencia de los subsidios a la gasolina.
Aproximadamente a las 17:00, la movilización entró en el Centro Histórico de Quito, avanzando hacia la Plaza de Santo Domingo, generando tensión en la zona.
Algunos establecimientos a lo largo de la ruta optaron por cerrar como medida de seguridad. "Es mejor prevenir cualquier inconveniente", mencionó un comerciante.
Para evitar la expansión de la marcha, se cerraron calles y se desplegó un contingente policial desde la calle Mejía, manteniendo el orden y previniendo disturbios.
A las 17:40, la marcha llegó a la Plaza de Santo Domingo, donde se congregaron los participantes para exigir medidas. Este momento representó la cúspide de la movilización, con discursos dirigidos a las autoridades.
Una lluvia ligera inició al llegar a la plaza, provocando que algunas personas abandonaran el lugar. El cierre de calles impidió que la marcha continuara su ruta hacia el Palacio de Carondelet, generando frustración entre los manifestantes.
Minutos después, algunos manifestantes removieron vallas en la calle Bolívar, aunque la Policía no permitió el acceso a esa vía a pesar de los intentos de los líderes de las organizaciones y sindicatos sociales.
Andrés Quispe, presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNE), destacó la progresión de las movilizaciones, buscando sensibilizar al gobierno sobre el impacto del aumento de la gasolina en la economía familiar.
En Chimborazo, miles de personas fueron recibidas por el gobernador, expresando su descontento no solo por el alza de combustibles, sino también por otras demandas como la seguridad social y la edad de jubilación.
Las críticas se dirigieron a las compensaciones al transporte y la ausencia de la Conaie en las protestas, calificando las compensaciones como insuficientes y advirtiendo sobre futuras movilizaciones.
Quispe presentó propuestas abogando por la eliminación de grandes subsidios a empresas y la asignación de fondos a áreas prioritarias como trabajo, seguridad, educación y salud, advirtiendo sobre futuras acciones en todo el país.
Giovanni Atarihuana, director nacional del Movimiento Unidad Popular, se sumó a las críticas contra el gobierno: "Esto es la voz de la unidad del pueblo, estamos en las calles para oponernos a medidas que aumentaron los precios de los combustibles".
Atarihuana destacó que las acciones se intensificarán para revocar normativas y revertir incrementos, ejerciendo democráticamente el derecho a la resistencia hasta obtener respuestas.
El Movimiento Unidad Popular también exigió recursos para la educación y la salud pública, criticando la situación precaria de muchas familias en acceso a medicinas, alimentos y educación.