El gobierno local de Bogotá ha emitido un comunicado donde informa sobre la implementación de medidas adicionales de racionamiento de agua en la metrópolis colombiana. La razón detrás de esta decisión se debe a la escasez de precipitaciones pronosticadas y al persistente nivel de consumo sin reducción significativa.
De acuerdo con el alcalde Carlos Fernando Galán, "las lluvias anunciadas para Bogotá no se materializaron. Los meses de julio, agosto y septiembre, tradicionalmente lluviosos en la región, se han caracterizado por su sequía excepcional este año". Por consiguiente, se reinstaura el régimen de racionamiento diario, con interrupciones de suministro de agua durante 24 horas en cada una de las nueve áreas urbanas de la ciudad cada diez días en lugar de cada 18.
En adición, se ha establecido un "día crítico para Bogotá" en caso de que los niveles de los embalses que surten de agua a la urbe no presenten mejoría en las próximas semanas. En dicha circunstancia, se aplicarán medidas más estrictas.
El alcalde también hizo mención a la falta de presencia del fenómeno de La Niña y enfatizó que este año ha sido catalogado como "el más árido desde 1995". Como consecuencia, se tomarán medidas suplementarias para disminuir el consumo diario de agua, tales como la prohibición de ciertos usos del agua potable y la clausura de senderos en zonas montañosas para prevenir incendios.