Las fuertes lluvias y las inundaciones en Río Grande del Sur, Brasil, han provocado una tragedia con 151 personas fallecidas y más de cien personas desaparecidas. En un lapso de 10 días desde el inicio de las tormentas, Defensa Civil informa de 800 personas heridas y más de 2 millones de afectados en 458 localidades del estado.
Cientos de familias se han visto obligadas a buscar refugio en albergues temporales, mientras que más de 538,000 habitantes han tenido que abandonar sus hogares. Aunque el nivel del agua en la capital Porto Alegre ha comenzado a bajar, muchas zonas siguen inaccesibles debido a las inundaciones, afectando gravemente las infraestructuras de la ciudad, incluido el aeropuerto.
Las autoridades estiman que los niveles de agua no habían alcanzado cotas tan altas desde 1941 y se prevé que la recuperación será lenta en los próximos días. Los daños en áreas como Menino Deus, Cidade Baixa y el centro histórico son devastadores, con grandes cantidades de desechos acumulados que están siendo retirados por los equipos de limpieza, quienes enfrentan uno de los peores desafíos de la historia de la región.