Un claro ejemplo de esto es la reciente decisión del presidente de un país sudamericano de bloquear el acceso a WhatsApp en su territorio. Este mandatario alega que la aplicación se utiliza de manera perjudicial para el orden público y la estabilidad de su gobierno.
De esta forma, se ha catalogado a esta plataforma como un instrumento en manos de grupos opuestos al gobierno, buscando causar caos y descontento entre la población.
Esta problemática no se limita a un país en particular, ya que la aplicación ha enfrentado bloqueos similares en otras regiones, especialmente durante situaciones de conflicto político.
Entre los países que actualmente prohíben o limitan severamente el uso de WhatsApp se encuentran ubicaciones como China, Corea del Norte, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Siria, Turkmenistán, Irán y Omán.
Estas medidas son parte de estrategias gubernamentales encaminadas a regular las comunicaciones y mantener ciertos estándares de convivencia en la sociedad de cada estado.
Ante estas restricciones, muchos usuarios optan por utilizar una Red Privada Virtual (VPN) para sortear los bloqueos impuestos a las aplicaciones en sus países. Mediante las VPN, es posible modificar la ubicación del usuario y evadir las limitaciones establecidas por las autoridades.