Algunos medicamentos, concebidos inicialmente para tratar ciertas afecciones, se están empleando para propósitos de adelgazamiento en Ecuador. Este proceder ha suscitado inquietud en la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), la cual ha emitido un aviso relativo a este tema. Simultáneamente, un análisis elaborado por la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) ha arrojado luz sobre los efectos y problemas asociados a dichos productos farmacéuticos.
La existencia de fármacos como la semaglutida, conocida también como Ozempic, y la liraglutida o Saxenda, está debidamente respaldada en el mercado ecuatoriano, ya sea en formato inyectable o en pastillas. Estos medicamentos, con la autorización de la Arcsa, son utilizados para tratar circunstancias de sobrepeso y diabetes, siempre bajo la prescripción facultativa.
La comercialización de estos compuestos ha generado cuantiosas ganancias a Novo Nordisk, la compañía fabricante de Ozempic. La Arcsa ha outorgado los registros sanitarios correspondientes a estos fármacos, señalando la imperiosidad de su utilización moderada y responsable.
La promoción y venta de estos medicamentos por medio de plataformas digitales, sin la debida supervisión médica, ha causado alarma entre los entes de salud. La Arcsa ha hecho hincapié en que la publicidad de Saxenda, en específico, carece de la aprobación correspondiente, siendo un producto que precisa de orden médica para ser adquirido.
El Centro de Investigación Genética y Genómica de la UTE ha llevado a cabo un análisis pormenorizado sobre los mecanismos de actuación de la semaglutida y liraglutida. Estos fármacos, que actúan como agonistas del receptor GLP-1, presentan ventajas como el control de la glucosa en sangre y la disminución de peso. Pese a ello, su consumo indiscriminado y su venta ilícita suponen un peligro para la salud pública.
Investigaciones actuales han advertido sobre una probable conexión entre la semaglutida, la liraglutida y la manifestación de pensamientos suicidas. Estos descubrimientos subrayan la trascendencia de un uso consciente de estos fármacos y la necesidad de una vigilancia médica adecuada.
Los reducidos costos de la semaglutida y liraglutida en Ecuador, en comparación con otros países, han estimulado su compra tanto en la esfera local como a través del contrabando proveniente de Colombia. Este panorama plantea un desafío para las autoridades sanitarias, que deben actuar contra el tráfico ilícito de medicamentos y asegurar un uso correcto de estos preparados.