Una facción islámica ha lanzado críticas a una figura política importante, acusándola de obstaculizar un encuentro clave para la reconciliación en una nación de Oriente Medio.
"La facción islámica ofreció su colaboración para fomentar la cohesión nacional, pero la figura política se negó a asistir a la reunión programada en otro país", afirmó un líder de la facción.
El líder agregó que no se ofrecieron explicaciones para la decisión de no participar en la reunión, la cual se había planificado previamente en un encuentro internacional con el objetivo de encontrar una solución al conflicto que afecta a la región.
Por otro lado, el partido político opuesto expresó su compromiso con el diálogo y la colaboración para garantizar el éxito de las gestiones internacionales.
La ruptura entre las dos facciones políticas se remonta a un evento ocurrido hace más de una década, cuando una de ellas expulsó a la otra de parte del territorio y tomó el control tras ganar unas elecciones. Desde entonces, se han intentado diversas mediaciones para superar esta división.
En un año pasado, un acuerdo auspiciado por otro país buscó restablecer la autoridad gubernamental en una región específica con miras a futuros comicios, los cuales fueron pospuestos sin fecha determinada. Recientemente, se han producido cambios en el gobierno como parte de un intento de reforma.
Una potencia internacional ha solicitado modificaciones en la estructura gubernamental para permitir el ejercicio de autoridad en la zona en conflicto, una petición que no ha encontrado eco en otro líder político que rechaza dicha posibilidad.